"Empezamos bien". "Este árbitro es el que nos jode siempre". Ellos, los colegiados, casi siempre son los señalados y los más criticados. Desde Barcelona ya preparan el terreno, o ya lo tenían preparado. Hernández Hernández fue el colegiado que anuló un gol fantasma a Luis Suárez en el partido ante el Betis de esta campaña. Aquel error justificará la derrota de culés en el Santiago Bernabéu, en caso de que así se produzca.

Los dos grandes se refugian en miles de excusas mientras no se hable de su juego, de su fútbol. Sin embargo, los árbitros se han convertido en la excusa número 1. No sé que opinarán los colegiados de los valores que tanto defiende Gerard Piqué o Bartomeu, pero seguro que no coinciden. Jamás puedes atacar a tu contrario con unas palabras que no podrás defender. Piqué peca de atrevido y de insensato con esas palabras.

Respeto. Respeto para los árbitros y para sus familias. Basta ya de justificar el fracaso de un equipo con la actuación de un colegiado. Basta ya, porque ellos no tienen la misma voz que nosotros, o no quieren tenerla. Como no ofrecen discusión, cada fin de semana se escucha en todas las salas de prensa reproches a este árbitro y al otro.

Nos olvidamos que son humanos como nosotros. Juanfran falló el penalti ante el Real Madrid en la final de la Champions y no se le achacó nada. Años atrás lo falló Sergio Ramos y hasta el mismo Messi no tiene una Copa América en su palmarés por un penalti. Apartemos lo político de lo deportivo porque no guarda ninguna relación. El fútbol es un deporte de pasión, de garra, de honor. No se puede manipular tan así.

Cuando escuchen criticar a Hernández Hernández, pedid respeto por él.