Con Bale sancionado y Benzema y Casemiro descansando en el banquillo Zidane apostó este domingo por un equipo formado por cuatro centrocampistas (James, Isco, Modric y Kroos) y dos delanteros (Morata y Cristiano). Esta formación, que luego resultó ser el clásico 4-3-3 con James en la derecha, invitaba a ver un juego de toque y fluido por parte del Real Madrid.

Nada más lejos de la realidad. El conjunto blanco tuvo diez minutos a gran nivel, donde pudimos ver la mejor versión de los cuatro jugadores mencionados anteriormente como centrocampistas. Sin embargo con el paso de los minutos el juego del Real Madrid se fue diluyendo a la parte que el Betis crecía, lo que le llevó incluso a ponerse por delante en el marcador.

El debate sobre si el Real Madrid juega mejor o peor con la BBC sigue en el aire, pero este domingo ha quedado desmontada la teoría de que con más centrocampistas siempre se realiza un mejor fútbol. Zidane ya aseguró en rueda de prensa que el problema no es ni de una formación ni de jugadores, sino de actitud.

Con Casemiro o sin Casemiro, con BBC o sin BBC el Real Madrid lleva tiempo sin encadenar dos partidos a gran nivel. En Ipurua observamos de lo que es capaz el equipo cuando trabaja junto, tanto en ataque como en defensa. A partir de entonces han llegado dos nuevos partidos en los que el equipo ha estado lejos de la perfección. Zidane lo sabe, pero sigue sin dar con la formula del buen juego.