La Real Sociedad empataba este pasado sábado frente al Club Deportivo Leganés. Los discípulos de Garitano defendieron a capa y espada su fútbol y rascaron un punto en Anoeta de mucho mérito. El Leganés se llevó un punto de oro y la Real no supo hacerse con la victoria. tratándose de un rival de la parte baja de la tabla la Real estaba obligada a ganar sí o sí.

Eusebio en la rueda de prensa afirmó que se quedaba con la reacción de los suyos tras el gol encajado. Estamos acostumbrados a este tipo de declaraciones en público, aunque a veces un poco de autocrítica no vendría nada mal. Sin embargo, el empate sabe a poco en Anoeta. Contra el Leganés debíamos haber ganado, el bagaje de puntos se queda muy pobre para enfrentarnos al Atlético con garantías. La confianza de los nuestros está tocada y ahora mismo se torna complicadísimo puntuar en el Calderón.

Hasta ahora habíamos podido comprobar que todos aquellos entrenadores que tapaban el juego del centro del campo txuri urdin tenían mucho ganado y se acercaban a la victoria frente a la Real. En algunos partidos, para más INRI, no jugaban Illarra ni Zurutuza, por lo que daba lo mismo qué hiciera el rival porque los donostiarras se quedaban sin la elaboración del juego. Este sabado no jugó una de las duplas más efectivas de la Liga Santander, Illarra y Zuru. Eusebio puso a Markel junto a Zubeldia. El primero estuvo desaparecido y desubicado, el segundo defendió su posición con nota y se dejó la piel en el campo hasta que fue sustituido. En la izquierda estaba Canales, lleva toda la competición sin aportar nada positivo en el campo, ni en defensa, ni en ataque, ni creando juego.

En definitiva, cuando la Real juega con su once de gala es un equipo capaz de ganar a cualquiera, cualquier que no tape a Zuru e Illarra. Eusebio no está demostrando gran capacidad de reacción ante imprevistos en su plantilla y esto, viendo a Pardo triunfar en Sevilla, cuesta entender.