En el fútbol, como en la vida, acostumbrarse a lo bueno es común. En Cádiz está ocurriendo algo muy parecido. Se vivió como la temporada no empezaba de la mejor forma posible para un equipo valiente, con una apuesta de fútbol atrevida, pero que por una razón u otra no terminaba de encajar. Álvaro Cervera se situó en el centro de las críticas. Sin embargo, pidió paciencia a la directiva y pareció ser la mejor opción. 

Acumularon rachas de victoria y consiguieron situarse en los puestos de playoff. Pare complicado ahora ver al Cádiz lejos de esa zona privilegiada, pero por mucho que pueda costar subir... bajar resulta siempre ser lo más sencillo. Cualquier paso en falso, y sobre todo en Segunda División, puede ser la diferencia entre subir a Primera, mantenerte o descender a la siempre complicada Segunda División "B". 

En los últimos cuatro partidos, El Cádiz CF ha sumado dos empates a cero (RCD Mallorca y Reus Deportiu), una complicada y trabajada victoria ante el Mirandés y una dolorosa derrota ante el Getafe. Dichos resultados provocan que el Cádiz siga metido en los playoffs, aunque con el toque de atención que parecía venir reclamando. Ganar y encadenar buen juego no es suficiente en un torneo donde 10 puntos separan a la gloria de Primera del amargo descenso...